19 septiembre 2006

La rabieta islámica

No quiero dejar pasar más tiempo sin comentar la algarada que ciertos elementos ultraislamistas han protagonizado buscando como excusa las palabras de Benedicto XVI en Ratisbona. Si se lee uno el discurso, y yo lo he hecho, lo que tanto ha irritado a los ultraislamistas ha sido una cita de un escrito del emperador bizantino Manuel II Paleólogo en conversación con un dignatario persa. Muy similar a lo sucedido con las famosas caricaturas de Mahoma, que ofendían (con un retraso de más de 6 meses) porque es sacrílego representar la imagen del profeta, cuando se ha demostrado que antiguos códices persas así lo hacían. Entonces, ¿por qué esta actitud de los ultraislamistas? Mi opinión es que no debemos perder de vista a Irán. De todos es sabido la necesidad de este país por adquirir la energía nuclear "para fines pacíficos" y sin embargo ¿qué necesidad tiene de energía uno de los principales productores de petróleo, o sea de energía, del mundo? Yo que soy ingeniero no lo entiendo. Es como si disponiendo España de infinidad de recursos hidráulicos, nos empeñásemos en importar petróleo para producir energía. Por eso no me creo la coletilla de "para fines pacíficos", sobre todo viniendo de un primer ministro que considera que a Israel hay que borrarlo del mapa y que el holocausto judío no existió. Cada vez estoy más convencido de la ingenuidad de nuestros dirigentes o de su solemne estupidez cuando apoyan los "legítimos derechos del pueblo iraní al uso de la energía nuclear". Señores del Gobierno y por extensión señores del PSOE hay que ser más espabilados y saber leer entre líneas y no quedarse con lo primero que llega a nuestros oídos o a nuestros ordenadores, aunque ya sé que de donde no hay no se puede sacar. "Piensa mal y acertarás" dice un viejo refrán y creo que en este caso debe aplicarse en toda su extensión. Por cierto, para cuándo va a organizar el Gobierno una campaña de modificación de la opinión pública para que veamos no sólo con buenos ojos sino como nuestro salvavidas la ampliación del parque nuclear español. Hay que ser "gilipollas" para estar en contra de la energía nuclear y comprar la energía eléctrica que nos falta, al país vecino que la produce con plantas nucleares. ¡Ah! y si el Gobierno quiere saber cómo se puede manipular la opinión pública de forma tan radical para que no sólo apoye sino que desee la energía nuclear, que le pregunten a aquél que hace ya algunos años dijo "OTAN de entrada NO" y acabó metiéndonos en la OTAN hasta el cuello (que conste que yo dije que ya que entrábamos en la OTAN que entrásemos con todas las de la ley y con paso marcial y no en plan Chiquito de la Calzada que entre "no puedorrr, no puedorrr" no se sabe nunca cuándo va a llegar a dar su primer paso). Por cierto, la energía nuclear no produce efecto invernadero.

Hasta mi próximo comentario, amigos.

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