24 abril 2015

El regreso de Aznar

Ya sé que es muy fácil ser profeta cuando ya han pasado las cosas, pero si alguien quiere creerme, el día que "detuvieron" a Rato, pensé en José Mª Aznar. Como en las buenas películas, voy a hacer un "flash-back" de por qué pensé en él.

El origen de mis pensamientos está en Francia. Allí ante la caída estrepitosa del socialismo, a pesar de contar con un primer ministro Valls que ya lo querría tener aquí el Partido Socialista, la extrema derecha de Le Pen empezó a crecer en las encuestas de forma y manera que podría pasar a ser la primera fuerza política en bastantes regiones con el consiguiente y previsible deterioro de la calidad democrática en aquél país. La derecha para neutralizar este ascenso tuvo que recurrir a una vieja gloria que, por mucho que no lo quieran ver las izquierdas, durante su mandato volvió a instaurar "la grandeur" en Francia y por si todavía no lo habían adivinado, me estoy refiriendo a Nicolas Sarkozy. Y barrió. Y el primer ministro S-O-C-I-A-L-I-S-T-A pidió el voto para él, o sea para la derecha, en la segunda vuelta de las elecciones donde se enfrentaban la derecha y la extrema derecha. Aquí jamás habríamos visto tal cosa, mejor quedarse en casa habrían dicho los socialistas. Por eso echo de menos un líder como Valls en el socialismo español.

Volvamos a los hechos. En España tenemos una situación pareja. La derecha hundida porque todo lo han basado en la economía y, aunque hay que reconocer que lo han hecho medianamente bien, la mayoría de sus votantes están cabreados con ellos porque del resto de promesas electorales no se ha visto ni la intención (terrorismo, independentismo, aborto, justicia, educación, gasto público, etc.). Los socialistas más hundidos aún porque todo lo sufrido es "gracias" al último gobierno del PSOE y no se les ve propósito de la enmienda. Y PODEMOS o sea la extrema izquierda, subiendo como la espuma de forma que pueden ser una bisagra muy poderosa en ciertas circunscripciones y si no véase lo de Andalucía en la que de entrada han obtenido 15 escaños. Ningún partido de nuevo cuño había tenido una irrupción tan exitosa si exceptuamos algunas escisiones. Bisagra que además de su propósito de hacer borrón y cuenta nueva de casi 40 años de democracia, pone muy difícil la confianza del resto del mundo en nuestra estabilidad institucional.

Por eso pienso que la posibilidad de rescatar a Aznar de su retiro dorado es la única baza de salvar al PP y hacer frente, de verdad, a PODEMOS. Pero para que esto sea posible, hay que quitar a Rajoy y no creo que éste esté por la labor. Supongo que si estos rumores llegaron a oídos del actual Presidente del Gobierno, puso a trabajar a su equipo de asesores para desmontar esa posibilidad pero sin que se notase. Y ¿cómo se puede hacer eso?. Pues desacreditando a todo aquél que estuvo a su lado en esa etapa en la que "España iba bien". El primero Rato, ese flamante ministro de Economía que ya es un juguete roto. Se me olvidaba que anteriormente Blesa el ex-presidente de Cajamadrid y principal imputado en el asunto de las tarjetas "black" fue recomendado para el puesto también por Aznar. Ayer salen unas informaciones sobre cobros, perfectamente legales por cierto, de Trillo, ministro de Defensa con Aznar  y de Martínez Pujalte, pero que ciertos diarios con prosa ambigua se encargan de poner en la picota aprovechándose del calumnia que algo queda ¿Quién será el próximo?.

No creo en las casualidades y menos en la política y en este caso apuesto a que estamos en un proceso perfectamente orquestado no sé si para que un Mariano enloquecido siga en su poltrona o para desbancar a la derecha del poder como ya se hiciera en el malhadado 11-M. En futuros artículos podremos verlo.

¡Hasta pronto!

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